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Cirugía Reconstructiva

Lesiones en la piel
y tumores cutáneos

¿Te preocupa alguna lesión?

Los tumores cutáneos constituyen una de las patologías más frecuentes de la piel.

Las lesiones benignas son extremadamente frecuentes, tanto es así, que todas las personas tenemos lesiones benignas de la piel. Por ello, la repercusión habitual que producen es estética.

Los tumores malignos (carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide, melanoma) también tienen una frecuencia elevada, y están estrechamente relacionados con la exposición solar.
A menudo, el diagnóstico lo realiza el Dermatólogo. Sin embargo, el tratamiento quirúrgico lo suele realizar el Cirujano Plástico, dado que la mayoría de estos tumores (especialmente el cáncer cutáneo no melanoma) aparecen en la región facial, al ser una de las zonas más fotoexpuestas. La cara es muy exigente a nivel quirúrgico por la repercusión morfológica, funcional y estética que tiene y, en consecuencia, el tratamiento de estos tumores suele precisar técnicas de cirugía plástica.

Preguntas frecuentes

Lesiones en la piel y tumores cutáneos

Existen multitud de lesiones benignas de la piel, entre las más frecuentes se encuentran: los nevus (lunares), los acrocordones, los quistes epidérmicos, las queratosis seborreicas, los angiomas y las verrugas.
 
Se pueden localizar en cualquier parte del cuerpo, no suelen producir síntomas ni suponen un riesgo para la salud, pero pueden ocasionar molestias estéticas o funcionales si se localizan en una región concreta.
 
El diagnóstico es principalmente clínico, tras la evaluación en consulta. En ocasiones, es preciso realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico.
 
Dependiendo del tipo de lesión y de sus características, el tratamiento puede ser quirúrgico o mediante otras técnicas como la crioterapia, la electrocauterización o el láser.
Cuando hablamos de tumores malignos de piel, principalmente nos referimos a tres tipos: el carcinoma basocelular, el carcinoma epidermoide y el melanoma. Aunque existen más tipos, son poco frecuentes.
 
El carcinoma basocelular o de células basales es el cáncer cutáneo más frecuente y el tumor maligno más frecuente en el ser humano. Es un tumor que crece lentamente y es excepcional que produzca metástasis.
 
El carcinoma epidermoide, espinocelular o de células escamosas es el segundo cáncer cutáneo más frecuente. Su crecimiento es más rápido y puede producir metástasis.
 
Ambos se engloban dentro del grupo cáncer de piel no melanoma. El principal factor de riesgo para su desarrollo es la exposición solar crónica, es decir, acumulada a lo largo de la vida. Por esta razón, su localización más frecuente es la cara y el cuello.
 
El melanoma es menos frecuente que los anteriores, pero es el más agresivo. Por ello, detectarlo en una etapa temprana es esencial.
 
El tratamiento del cáncer de piel es quirúrgico en la mayoría de los casos.
Una lesión premaligna es una lesión cutánea cuyas células presentan mutaciones y tiene un gran potencial para convertirse en un cáncer de piel con el tiempo.
La más frecuente en este grupo es la queratosis actínica.
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