© 2024 Dra. María Segovia
En algunos casos, la dieta y el ejercicio no consiguen eliminar los depósitos grasos de determinadas zonas del cuerpo, jugando la genética y los años en contra.
La grasa localizada aparece tanto en hombres como en mujeres y es una situación que genera insatisfacción con la imagen corporal y complejos de forma frecuente.
La liposucción nos permite reducir el volumen de las zonas deseadas mediante la aspiración de la grasa con cánulas.
En la mayoría de los casos, no existe solo un aumento de tejido graso en determinadas zonas corporales, sino que se acompaña de una pérdida de grasa en otras regiones, produciendo un desequilibrio en el contorno. Esto se puede corregir mediante la inyección de grasa propia o lipofilling.
Con el término lipoescultura englobamos ambas técnicas, consiguiendo remodelar o “esculpir” el cuerpo, disminuyendo el volumen en determinadas áreas y mejorando el contorno en otras con el uso de la grasa, obteniendo resultados más equilibrados y armónicos, y, en definitiva, un resultado más estético y natural.
En función del volumen de grasa, la laxitud y/o exceso de piel, la liposucción se puede realizar de forma aislada o como técnica complementaria a otra cirugía. En el segundo caso, aprovechamos el sinergismo que nos proporciona y conseguimos mejorar el resultado estético, como sucede, por ejemplo, en la lipoabdominoplastia.
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